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Concurso de problemas - Casino de Zaragoza 1929

         Hay personas que por sus contribuciones, fueron realmente importantes y relevantes en sus campos. José Juncosa Molins, con sus constantes iniciativas ligadas al mundo del ajedrez, puede ser incluido en este selecto grupo sin lugar a ninguna duda. Juncosa siempre se mostró muy ligado al mundo de la composición de problemas y estudios de ajedrez, siendo él mismo un destacado problemista. Con su paso inquieto, también en esta disciplina quiso aportar algo más organizando varios concursos de composición de problemas y estudios artísticos. Hoy trataremos uno de ellos, convocado en el diario El Noticiero de Zaragoza y organizado por el Casino de Zaragoza en el año 1929.

Un homenaje a José Esponera

          El concurso se ideó como un homenaje a José Esponera Ortiz de Urbina, que había fallecido el 23 de marzo de ese mismo año a los 73 años de edad. José Esponera, zaragozano de nacimiento (1 de octubre de 1855), se crió en una familia de tradición militar: tanto él como sus dos hermanos, Pedro y Tomás, fueron oficiales de artillería (José era coronel -comenzó su carrera en octubre de 1855-, Pedro, comandante, y Tomás, capitán). Pero cuando José descansaba de la vida castrense, su gran pasión era el ajedrez, revelándose como un fuerte aficionado capaz de ser segundo en el campeonato del Grupo Ajedrecista de Zaragoza en 1922, sólo superado por Pascual Fernández Avellán. Además, siempre se mostró muy activo como organizador: fue presidente del Grupo Ajedrecista, organizó el torneo de Mannheim de 1921 (jugado con la apertura zaragozana) y fue elegido para presidir la FEDA en aquel intento fallido por crearla en 1923. Por todo ello, era muy apreciado en Zaragoza, motivo por el cual se ideó este concurso de composiciones de ajedrez como sincero reconocimiento. Juncosa quiso rendir otro homenaje a Esponera donando un premio, de 100 ptas, en su memoria para el torneo de Barcelona 1929; el premio debería haberse entregado al jugador que lograse más puntos con la apertura zaragozana... el estímulo fue insuficiente, ninguno de los 15 participantes decidió utilizar la jugada 1.c3.

José Esponera Ortiz de Urbina

          Además de las composiciones, la parte más importante de un concurso de problemas es el juez, por lo que hay que elegirlo con sumo cuidado. José Juncosa no tuvo demasiadas dudas al respecto, escogiendo a un gran problemista y experto en la materia: el doctor Esteban Puig y Puig. Hablar sobre las aportaciones del Dr. Puig al ajedrez exigiría un artículo aparte, lo cual no será necesario ya que disponemos de él gracias al gran trabajo de Joaquim Travesset: Dr. Esteve Puig i Puig, otro patriarca del ajedrez español.

          Hay que decir que el trabajo desarrollado por Esteban Puig fue brillante y detallista, como la explicación que dio sobre cuáles serían los criterios que utilizaría para juzgar las composiciones, tarea por otra parte que, vista desde la distancia, se me antoja harto complicada. Pueden ver dichos criterios, que fueron publicados en el diario El Noticiero: Criterios de evaluación.

          De este modo, las composiciones, enviadas desde distintos países europeos, fueron llegando a Zaragoza en buen número, hasta totalizar un total de 36, cifra alta según la opinión de José Juncosa. Se recibieron tres composiciones fuera de plazo, que no fueron aceptadas. Desde el 29 de septiembre se fueron publicando regularmente las composiciones en el diario El Noticiero, siempre sin mencionar el nombre del autor, ya que éstos no podían ser conocidos, sobre todo por el juez del concurso. Entre los participantes se contaban algunos de los mejores compositores de estudios del mundo, como Leonid Kubbel, Ladislav Prokes, Alexander Herbstman o Henri Rinck, lo que dio especial brillo al concurso. A continuación pueden conocer el listado de participantes, que se publicó una vez emitido el fallo del Dr. Puig:

Participantes

Rafael Sanz Candela (Valencia)

William James Smith (Biarritz, Francia)

José Juncosa Molins (Zaragoza)

A. Armanitagnis (París, Francia)

Ramiro de Ilisastigui y Ulecia (Murcia)

Gerald Frank Anderson (Sudáfrica)

Ladislav Prokes (Praga, Checoslovaquia)

Petrus Adrianus Van der Kraan (La Haya, Holanda)

Dr. J. C. Maciel (París, Francia)

Leonid Kubbel (Leningrado, URSS)

Henri Rinck (Lyon, Francia)

Alexander Herbstman (Rostov, URSS)

Otakar Volruba (Uraz, Polonia)

Vito Umberto Gandolfi (Milán, Italia)

Geza Erdós (Viena, Austria)

Lazar Salkind (Moscú, URSS)

Jesús Juncosa Alonso (Zaragoza)

Arthur William Daniel (Londres, Inglaterra)

Comandante H. Rey (Toulon, Francia)

Hermann Gininger (Cernauti, URSS)

         El 15 de diciembre de 1929 el juez, Esteban Puig y Puig, había finalizado el análisis de las obras y había otorgado los premios, dando de plazo hasta el 28 de febrero de 1930 para que los concursantes analizasen los finales y pudiesen enviar las incorreciones que encontraran en las composiciones premiadas, pudiendo cambiar de este modo el resultado. El resultado definitivo se daría el 5 de marzo de 1930. Esteban Puig y Puig quiso tener un detalle con los escasos participantes españoles: entregó una copia de su folleto "La Doctrina del Final Artístico" a cada uno de ellos. A continuación pueden ver los estudios y problemas que fueron aceptados en el concurso por orden de publicación:

          En principio, estaba estipulado que los premios principales serían cuatro (100 ptas, 60 ptas, 50 ptas y 40 ptas), pero el Juez del concurso, ante el número de obras presentadas, sugirió ampliar la dotación con 4 premios más denominados accésit (30, 20, 15 y 10 ptas), donando él mismo la mitad de éstos queriendo de este modo unirse al homenaje a José Esponera. Esteban Puig y Puig: "Estos 4 nuevos premios se otorgarían a las composiciones clásicas que, tratando temas conocidos, ofrezcan un mayor desenvolvimiento de los mismos o una nueva y mejor forma de presentación". Esteban Puig también decretó el establecimiento de un premio especial de 25 ptas al estudio que pudiera tener trascendencia en la teoría. Así mismo se otorgaron 6 menciones honoríficas, en palabras de Esteban Puig y Puig: "En los seis finales, o mejor dicho, composiciones artísticas, de este grupo la forma está sacrificada al fondo. Todos ofrecen suficiente originalidad de idea, pero todos presentan planteo poco real o inverosímil y en cada uno de ellos un caballo, blanco o negro, es capturado sin haberse movido, ignorándose así fácilmente la colocación estratégica de la pieza que lo captura".

           Finalmente, tras la revisión realizada por los participantes, se encontró un dual en la obra de Alexander Herbstman, que había sido premiada con el segundo galardón, por lo que se decidió que los premios accésit no se denominaran de esa forma, pasando a ser 5º, 6º y 7º premios.

Premios del concurso

1er premio (100 ptas): "Júpiter", de Henri Rinck

2º premio (60 ptas): "Saturne", de Henri Rinck

3er premio (50 ptas): "Duplex", de Ladislav Prokes

4º premio (40 ptas): "Uranus", de Henri Rinck

5º premio (30 ptas): "Caballo", de Alexander Herbstmann

6º premio (20 ptas): "Neptune", de Henri Rinck

7º premio (15 ptas): "Post Tenebras Lux", de J. C. Maciel

Premio especial (20 ptas): "Nada I", del comandante H. Rey

1ª Mención honorífica: "Caballos desmañados", de Leonid Kubbel

2ª Mención honorífica: "Zugzwang", de Hermann Ginninger

3ª Mención honorífica: "Tatá", de Vito. Umberto Gandolfi

4ª Mención honorífica: "Sancta Simplicitas", de Hermann Ginninger

5ª Mención honorífica: "Astra B", de Ladislav Prokes

6ª Mención honorífica: "5 + 5 = 10", de Lazar Salkind

 

         Lo que pone de manifiesto este concurso es la dificultad que entraña la composición de estudios y problemas, cualquier pequeño desliz puede echar por tierra toda la composición y todo el trabajo que hay detrás de ella. De hecho, de las 36 composiciones enviadas al Casino de Zaragoza, 8 fueron demolidas (por plagios, dobles soluciones o soluciones incorrectas) y 11 fueron consideradas insuficientes por diversas causas, un total de 19 estudios que fueron eliminadas del concurso, más de la mitad. Aunque no menos difícil es la tarea de los jueces de los concursos, lo cual se puede apreciar en el trabajo de Esteban Puig y Puig durante los meses que duró esta competición.

Javier Cordero Fernández

(01 Febrero 2021)

 

 

Un puzzle al que le faltan piezas

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