Campeonato disputado en el Recreo Artístico e
Industrial de Santiago (con motivo del año santo)
del 11 al 20 de julio de
1920. Según lo publicado en la prensa, el título
de campeón gallego lo ostentaba el escritor y
poeta, médico de profesión, Jesús Rodríguez
López, que había fallecido en 1917. Nada se ha
encontrado en las hemerotecas en relación a un
campeonato gallego anterior a 1920. Jesús
Rodríguez López
En un principio iban a participar en el torneo dos
jugadores de Madrid, ambos fuera de concurso: Luis
Rodríguez Santamaría y Agustín Gómez Torresano; sí lo hizo el segundo pero no Luis
Rodríguez. Realmente el torneo levantó una gran
expectación e incluso Manuel Golmayo envió una
felicitación y un premio para los participantes.
José Juncosa también donó un premio, una obra
de ajedrez, pero debía ir destinada a la partida
más correcta jugada con la apertura zaragozana.
Por su parte, Esteban Puig donó el libro 300
finales de partida, de Henri Rinck. José
Paluzié y Lucena no quiso faltar a la cita y
donó un tomo de un año de la revista La
Strategie, que iría destinado al jugador que
lograse el mejor resultado contra el campeón o,
en su defecto, al jugador más joven de los participantes. La organización intentó estar a la
altura del acontecimiento y abonó los gastos de
primera clase y estancia en Santiago a los
jugadores que ocuparon los seis primeros puestos,
ofreciendo una bolsa de premios para los primeros
clasificados de 300, 200, 100, 50, 15 y 10 ptas.
Agustín Gómez era uno de los jugadores más
destacados de Madrid y por tanto lanzó un
caballeresco duelo: retó a un match al futuro
campeón de Galicia, con una cena de por medio
para los participantes... no se sabe si el reto
fue aceptado y llevado a cabo.
Causaron baja los jugadores Luis Rodríguez y
Guitián Fariña, que fueron sustituidos por Luis
Jorge de Pando (La Coruña) e Isidro Parga Pondal.
El único resultado que se conoce es la victoria
de Fermín Gutiérrez de Soto sobre el ganador
final, Mariano Subirá. Por desgracia, Mariano
Subirá fallecería de forma prematura en
Argentina unos años después, lo mismo que el
segundo clasificado, Francisco Constante, que
también falleció al poco tiempo. |