José Juncosa Molins, año 1934 (archivo de Joaquim Travesset)

          Sin embargo, tras estas esporádicas iniciativas, el tedio terminaba imponiéndose entre los aficionados al ajedrez, que se veían avocados a seguir jugando con los mismos rivales y en los mismos lugares, sin los alicientes que se esconden tras las novedades, siempre condenados a repetirse. Por eso, cuando un aficionado de cierta fuerza proveniente de otra ciudad visitaba Zaragoza, era un motivo de celebración, como ocurrió en 1913 cuando el Dr. M. Ballestero pasó unos días en la capital de Aragón, tiempo que aprovechó para jugar con los aficionados locales más destacados, llegando a surgir la idea de organizar un torneo que contase con el invitado de honor, iniciativa que finalmente no cristalizó. De este modo fueron pasando los años, con jaques pero sin sobresaltos, sumidos en una dulce monotonía...

1919: Un torneo nacional, un cambio

Interior del Casino de Zaragoza, situado en el Palacio de los condes de Sástago

          Sin embargo, en Zaragoza se empezó a vislumbrar cierto movimiento, siempre impulsado por la figura de José Juncosa Molins, que no sólo fue un gran jugador de ajedrez sino una persona cuyo objetivo era catapultar al ajedrez a más altas esferas. Verdaderamente Juncosa puso toda su fe e ímpetu en intentar que el ajedrez creciese y se desarrollase en España: escribía en distintas publicaciones, siempre estaba dispuesto a organizar competiciones y estaba muy vinculado al mundo de los problemas de ajedrez, incluso llegó a colaborar en una emisora de radio haciendo que el ajedrez estuviese en las ondas dos veces al mes. Y sus esfuerzos comenzaron a fraguar en el otoño de 1919, un año en que se cumplían 800 años de la reconquista de Zaragoza por las huestes de Alfonso I El Batallador, efeméride que motivó la puesta en marcha de distintos actos en la ciudad... uno de ellos fue la organización de un torneo nacional de ajedrez.

          En aquellos días sólo existían algunas peñas ajedrecísticas aisladas que se reunían en cafés de la ciudad, por lo que la organización del torneo recayó en una institución más consolidada: el Casino de Zaragoza. Y desde la directiva del Casino se tomaron muy en serio su labor, dirigiendo la competición con gran seriedad y una perfecta planificación. Se decidió que el número máximo de participantes sería 16, reservando 4 plazas para jugadores zaragozanos, 8 para jugadores venidos de otros rincones del país y 4 más a disposición de la organización. Se organizó un torneo previo para dirimir quiénes serían los 4 representantes zaragozanos, para el cual se cobró una inscripción de 10 ptas, dando comienzo la competición el 30 de abril a las 20:00 en el Casino de Zaragoza.

          La dirección del torneo recurrió a José Juncosa para poder ponerse en contacto con distintos jugadores nacionales, de los cuales respondieron positivamente los hermanos Manuel y Celso Golmayo, lo que dio una relevancia enorme al torneo ya que ambos estaban considerados los jugadores más fuertes del país. La cuota de inscripción fue bastante alta para la época: 25 ptas, cifra que tal vez ahuyentó a más de un jugador. Así mismo los participantes debían abonar otras 25 ptas como caución, es decir, como garantía de cumplimiento del acuerdo de participación.

         Un dato importante e histórico es que el torneo fue considerado como el I Campeonato de Aragón, tal y como se puede apreciar en el punto 18 de las bases del mismo, donde se establece que el jugador residente en Aragón que alcanzase la clasificación más alta, recibiría el título de campeón aragonés, lo que dio aún más trascendencia a la lucha en los tableros.

Zaragoza 1919. Sentados de izda a dcha: José Juncosa, Manuel Golmayo, Carlos Lahoz, Antonio De Pedro, Zoel Gª de Galdeano y Eusebio Sardaña. De pie: Ramón Rey Ardid (el más joven, al lado de Juncosa), Jacinto Rodríguez Lasala (2º por la derecha)

         La seriedad mostrada por los organizadores se puede apreciar en las bases del torneo, las cuales he podido encontrar completas, lo que representa un documento curioso de cómo se hacían las cosas en aquellos tiempos lejanos, hace ya 103 años:

Bases del torneo de Zaragoza 1919

          En la prensa se mostraba un gran entusiasmo ante la idea de poder presenciar los enfrentamientos entre los hermanos Golmayo, ya que nunca antes se habían visto las caras ante un tablero en condiciones de torneo... como veremos más adelante, la ilusión se tornó en decepción. Los días fueron pasando hasta que llegó, entre una gran expectación, el 4 de octubre. A las 12 de la mañana se procedió al sorteo que determinaría el orden de los jugadores, el cual resultó del siguiente modo:

Emparejamientos del torneo de Zaragoza 1919

           El torneo no comenzó con buen pie: por una indisposición de Celso Golmayo, el inicio se retrasó tres días. Los problemas de salud de Celso no mejoraron, lo que motivó su abandono de la competición (no quedó registrado si llegó a disputar alguna partida, pero todo indica que no llegó a mover una sola pieza). Como el número de rondas siguió siendo el mismo, se redujo el número de días de descanso.

           La primera vuelta de la competición fue dominada con claridad por Manuel Golmayo, que logró la victoria en todas sus partidas. Veamos el cuadro de esta primera vuelta, es decir, en el ecuador del torneo:

Clasificación tras la primera vuelta

(Cada jugador disputó 6 partidas)

          Golmayo decidió que, a pesar de su ventaja, no iba a bajar el ritmo en el resto de la competición, logrando vencer en las rondas restantes, dato éste que permaneció semioculto pero que se conoce gracias al testimonio de José Juncosa en el diario El Noticiero (02.08.1923, pag 3). A pesar de que el torneo fue ampliamente cubierto en la prensa antes de su comienzo, durante el trascurso del mismo fue poca la información que apareció en los medios, lo que ha imposibilitado la confección completa del cuadro de clasificación:

Clasificación final

Algunas actividades paralelas al torneo

           El día 13, a las 11:00, se jugó un torneo de partidas rápidas, bautizado como prueba de velocidad, a un ritmo de 5 segundos por jugada. Los jugadores locales coparon los dos primeros lugares: José Juncosa obtuvo la victoria y Jacinto Rodríguez Lasala ocupó el segundo lugar. En las semifinales Juncosa había logrado derrotar a Manuel Golmayo, mientras Rodríguez Lasala hizo lo propio con Santiago Mínguez.

Jacinto Rodríguez Lasala

           También se organizó un concurso de resolución de problemas de mate en dos jugadas: cada participante debía resolver 10 problemas de forma exacta en el menor tiempo posible. Juncosa demostró encontrarse en estado de gracia al lograr el primer puesto tras resolver acertadamente 9 de los problemas en 34 minutos.

           Aprovechando la presencia de Manuel Golmayo, el día 15 se concertó una reunión (a la que acudieron numerosos aficionados), organizada por el Dr. Lahoz, para tratar un espinoso e ilusionante tema: crear, al fin, una Federación nacional de ajedrez, tan necesaria en aquellos días. Para ello se creó una ponencia presidida por Lahoz y Golmayo que debería estudiar las bases presentadas por José Juncosa para la constitución de dicha federación. Una vez más, la iniciativa de Juncosa se vio abocada al fracaso.

           Como último acto, el 23 de octubre, en el Centro Mercantil, Industrial y Agrícola, se organizó una sesión de simultáneas que corrió a cargo de Manuel Golmayo, logrando un resultado de +15 =2 -1 (tablas ante Joaquín Gasque y Anós Navarro, derrota ante Soler).

           Como es bien conocido, José Juncosa residió en París durante unos años a mediados de la década de 1910. Por este motivo, sus logros solían llegar a oídos de los ajedrecistas de la ciudad de la luz, lo que en esta ocasión motivó que el compositor de problemas Gabriel Tessier (que llegó a jugar el campeonato absoluto de Francia en 1926) dedicase a Juncosa, visto los variados éxitos que había logrado en el torneo y en las actividades paralelas, un problema de mate en 4 jugadas:

Gabriel Tessier (1919)

Blancas juegan y dan mate en 4, dedicado a José Juncosa

Tiempo de cambios

          El torneo nacional de Zaragoza, con el gran éxito que tuvo entre los aficionados, desencadenó una reacción muy positiva en el ajedrez de la ciudad. Ya durante el torneo en los corros se hablaba sobre la posible creación de un club de ajedrez en Zaragoza, una entidad con una organización acorde a su importancia, aunque con el temor de que, como había ocurrido con otras iniciativas, el proyecto se derrumbase antes de comenzar...

El nacimiento del Grupo Ajedrecista de Zaragoza

           En enero de 1920 se creó el Grupo Ajedrecista de Zaragoza, con sede social en el café de Ambos Mundos, un club real con las infraestructuras correspondientes, como una junta directiva y torneos organizados en distintas categorías. Según Juncosa, era la primera asociación de este tipo que se creaba en España. Es cierto que lo que abundaba en cada ciudad eran las Peñas ajedrecísticas, que realmente eran puntos de reunión donde se podía jugar, pero sin ningún tipo de organización seria. Pronto el Grupo contó con más de 200 miembros.

           Como es lógico, en la directiva del club se podían leer nombres de sobra conocidos en el ajedrez de la ciudad: Jacinto Rodríguez Lasala fue nombrado presidente, Zoel Gª del Galdeano (veterano aficionado) recibió el título de presidente honorario, Eusebio Sardaña era el secretario y entre los vocales destacaban Santiago Mínguez o Aurelio Alonso, mientras Antonio De Pedro ejercía de bibliotecario. Unos mimbres interesantes.

Interior del café Ambos Mundos

           La actividad no se hizo esperar en el seno del nuevo Grupo: al llegar a París la noticia de su creación, un grupo de jugadores parisinos decidió retar a los ajedrecistas maños a un match por correspondencia. La idea fue aceptada con entusiasmo... y éxito, ya que el Grupo Ajedrecista de Zaragoza logró el triunfo, una vez finalizado el encuentro en noviembre de 1921, por 19,5-12,5. Por Zaragoza jugaron Aurelio Alonso, Bellido, Joaquín Gasque, Jacobo Jiménez, Lacambra, Carlos Lahoz, López, Luis Martínez Alvira, Santiago Mínguez, Luis Mundi, Antonio De Pedro, Jacinto Rodríguez Lasala, Soler y Rafael Valenzuela.

           Uno de los jugadores asociados al nuevo Grupo Ajedrecista era el inquieto José Juncosa, que rápidamente puso en marcha un torneo cuadrangular temático de "su" apertura zaragozana... que fue ganado por él mismo: 1-José Juncosa; 2-Joaquín Gasque; 3-Jesús Juncosa y 4-Santiago Mínguez, este torneo tendría continuidad en los años siguientes, como pueden comprobar: Torneos apertura zaragozana. Así mismo se organizaron dos encuentros amistosos: Joaquín Gasque derrotó a Santiago Mínguez y Luis Martínez venció por 5-1 (+5 -1) a Carlos Palanca, al que había dado ventaja de material. También se puso en marcha el campeonato social de la entidad, que fue ganado en la 1ª categoría por Luis Martínez, seguido de Luis Mundi y Julián Jacobo.

         La actividad por momentos se volvió frenética. En 1921, el Grupo Ajedrecista se embarcó en un torneo por correspondencia en el que se enfrentó a varias ciudades europeas (Bruselas, París, Berna, Ginebra y Neuchatel). El éxito fue enorme para los zaragozanos, que lograron vencer en sus primeros cinco encuentros, asegurándose de este modo el primer puesto casi de forma segura. 

         En octubre de 1921, la directiva del Grupo Ajedrecista decidió invitar a un jugador no zaragozano a pasar unos días en la ciudad. El escogido fue Mariano Subirá del Río, campeón de Galicia, que dio una conferencia (de título "La sugestión ante el tablero", la cual giró en torno a la partida Juncosa-Golmayo jugada en Madrid 1921) y disputó un match de partidas rápidas contra José Juncosa, venciendo el maño por un ajustado 5,5-4,5. Una de las partidas, rápida victoria del jugador gallego, apareció publicada en la prensa:

         La importancia de la creación de este tipo de asociaciones está fuera de toda duda: no sólo ofrecían muchas oportunidades desde el punto de vista competitivo, también se preocupaban por popularizar el ajedrez. De este forma el Grupo Ajedrecista organizó un curso de ajedrez para principiantes en la navidad de 1921 (comenzó el 26 de diciembre a las 19:00), el cual fue impartido por Luis Mundi en el café Universo. El curso constó de 8 lecciones y estaba abierto a cualquier persona, siendo gratuito para los socios de la entidad que sólo tendrían que aportar 5 ptas a modo de caución que les serían devueltas al final del curso.

         Ante el gran éxito que estaba teniendo el club, desde el Grupo Ajedrecista trataron de subir varios peldaños más al enfrentarse a una titánica y trascendental tarea: la creación de la FEDA (Federación Española de Ajedrez). Juncosa llevaba años persiguiendo este objetivo y la entidad a la que él perteneciese, tarde o temprano tendría que plantearse abordar este espinoso asunto. Desde la Junta Directiva del Grupo Ajedrecista se intentó poner el proyecto en marcha, pero todos sus intentos no tuvieron respuesta en otras regiones de España a pesar de que una comisión estuvo estudiando la idea en Madrid. Desanimados por el fracaso, en 1923 decidieron disolver la entidad, tan sólo 3 años después de su creación.

Escudo de la Federación Española de ajedrez

           Hay que indicar que el proyecto estuvo cerca de cristalizar, de hecho en el Heraldo de Aragón se publicó la noticia de la creación de la FEDA, la cual tuvo lugar el día 15 de octubre de 1922, siendo su presidente el zaragozano José Esponera y su vicepresidente el Dr. Esteban Puig, nombrando presidente de honor a Valentín Marín Llovet y socio de honor a Manuel Golmayo. Todo esto quedó pronto en el olvido y la FEDA no se constituyó de forma real hasta 1927, siendo presidida por Joan Beltrán Casals.

José Esponera

          Tras la desaparición del Grupo Ajedrecista, la Agrupación Artística Aragonesa tomó el relevo en el ajedrez de la ciudad. Y ciertamente lo hizo con un gran impulso: tratando al ajedrez como una disciplina artística más, muchas fueron las iniciativas que llevaron a cabo en los siguientes años: torneos, simultáneas, contratación de maestros extranjeros, etc. Todo esto coincidió con la eclosión de Ramón Rey Ardid, cuyo talento quedaba patente en cada aparición que hacía ante un tablero de ajedrez. Rey Ardid fue el emblema de la Agrupación Artística Aragonesa, a la que estuvo unido durante toda su carrera y con la que siempre estuvo dispuesto a colaborar.

II Torneo nacional de Zaragoza 1920

           El éxito del I Torneo nacional dio un extra de motivación a los círculos ajedrecísticos zaragozanos, que no dudaron en poner en marcha una segunda edición con unos premios en metálico similares a la anterior. En principio se logró una interesante nómina de jugadores: por Zaragoza jugarían todos sus primeras espadas, Joaquín Gasque, Jacinto Rodríguez Lasala, José Juncosa, Luis Martínez Alvira y Gorvalle, consiguiendo también la llegada de fuertes jugadores de otros lugares de España: Carlos Rodríguez Lafora (de Morgente y tal vez el jugador más destacado del levante español), Manuel Zaragoza (de Barcelona), Manuel Mairal (campeón de Huesca) y Mariano Subirá del Río (que como sabemos era campeón de Galicia). Con estos mimbres se vislumbraba otro gran éxito organizativo, aunque finalmente todo se torció ante las renuncias de Subirá, Luis Martínez, Gorvalle, Mairal y Rodríguez Lasala (este último por enfermedad), lo que convirtió el torneo en una competición de sólo cuatro jugadores que no tuvo la repercusión de la primera edición.

            Las crónicas mencionan que el torneo se iba a disputar en el café Universo, aunque otra fuente indica que la primera vuelta se jugó en el Casino de Zaragoza y la segunda en el Círculo Mercantil, Industrial y Agrícola. Esta fue la clasificación final:

Torneo Mayor de Zaragoza 1921

           A pesar de la moderada decepción que supuso el torneo nacional de 1920, se buscó dar continuidad al esfuerzo organizando una tercera edición, intentando que ésta fuese de carácter internacional. Por presupuesto, no era posible contratar a alguna figura europea, pero sí se intentó buscar la presencia de algún maestro extranjero de menor nivel, a los que se sumarían jugadores nacionales y los más destacados de Zaragoza. No eran tiempos sencillos para conseguir que los ajedrecistas se desplazaran, los viajes eran largos y costosos, lo que obligaba a dotar de grandes premios a cualquier competición con pretensiones de importancia... lo que no se consiguió en esta ocasión.

           El torneo fue organizado por el Grupo Ajedrecista, presidido por Luis Mundi en aquellos días, y dirigido por José Juncosa. La cuota de inscripción fue de 25 ptas y se estableció que el ganador del mismo tendría derecho a optar al título de maestro de ajedrez. En principio, el proyecto era realmente ambicioso.

           Finalmente se logró contar con un jugador alemán: Wehlin, ex-campeón del Hageber Schach Club. Como es lógico, sí se consiguió la participación de los mejores jugadores zaragozanos, que fueron Ramón Rey Ardid, Luis Mundi, Joaquín Gasque, Luis Martínez Alvira y Jacinto Rodríguez Lasala. La organización, mostrándose tal vez demasiado estricta, declinó la inscripción de Agustín Gómez Torresano por llegar ésta fuera de plazo. La participación del ajedrecista madrileño hubiese dado otro empaque al torneo, ya que se trataba de un jugador contrastado que meses atrás había conseguido ser uno de los cuatro finalistas del torneo de Madrid, motivo por el cual recibió el título de Maestro.

Ramón Rey Ardid

           Sin lograr el esplendor que se buscaba, es cierto que el torneo fue importante dentro de la historia del ajedrez zaragozano y español, ya que representó el primer triunfo de relevancia de Ramón Rey Ardid, que daba el pistoletazo de salida a su brillante carrera en el tablero. En la prensa no se hicieron eco del torneo, cubriéndolo de forma modesta hasta el punto de que no se conoce ningún resultado y sólo quedó registrado el nombre de los tres primeros clasificados:

(Comenzó el 9 de diciembre de 1921, finalizó antes del 25 de diciembre)

Aprovechando la inercia: Alekhine en Zaragoza

          A finales de 1922 el mundo ajedrecístico zaragozano entro en efervescencia, el futuro campeón del mundo, Alexander Alekhine, visitó Zaragoza como parte de un pequeño tour que realizó por España. Tras pasar por Barcelona, Alekhine se desplazó a Zaragoza y el día 27 ya se encontraba ante el tablero para disputar una partida amistosa con Juncosa, al que logró derrotar después de más de 5 horas de lucha. Estaba previsto que el día 28 diese una sesión de simultáneas en la Agrupación Artística Aragonesa, la cual fue suspendida y sustituida por una partida amistosa contra Ramón Rey Ardid, al que derrotó en sólo dos horas. Tras esto, Alekhine aceptó jugar con los jugadores más fuertes de la ciudad al mismo tiempo, enfrentándose a Juncosa, Rey Ardid, Antonio de Pedro, Joaquín Gasque, Jacinto Rodríguez Lasala y Luis Martínez, a los que consiguió derrotar, siendo Rey Ardid el último en inclinar su monarca. Cabe decir que esta no era la sesión de simultáneas en principio ideada, la cual debería haberse jugado a varias decenas de tableros. Esa noche Alekhine asistió a una cena con la directiva del Grupo Ajedrecista y de la Agrupación Artística Aragonesa, con baile incluido, que se alargó hasta que Alekhine tuvo que tomar el expreso que le conduciría hasta su siguiente etapa: Madrid.

Un intento más: Torneo nacional de Zaragoza 1926

Rafael de Valenzuela y Urzaiz	David Janowski

          El teniente coronel Rafael de Valenzuela y Urzaiz, jefe del tercio de extranjeros de la Legión, fue uno de aquellos pioneros que acudían a los cafés de Zaragoza para jugar al ajedrez a principios de siglo, siendo recordado por su triunfo en el torneo de selección para el torneo nacional de Zaragoza 1919. Muy respetado dentro de los círculos ajedrecísticos zaragozanos, lo era todavía más dentro del ejército español, hasta el punto de ser nombrado jefe de la Legión tras la dimisión de Millán Astray en 1922. Sin embargo, la muerte le sorprendería sólo unos meses después durante un combate en el Rif, una historia con tintes dramáticos y heroicos que podéis conocer a continuación: Rafael de Valenzuela y Urzaiz.

          La muerte de Rafael Valenzuela sacudió el país y, sobre todo, Zaragoza, donde fue acompañado por miles de personas cuando su cuerpo fue trasladado a la Basílica del Pilar. Los ajedrecistas zaragozanos quisieron recordarle tres años después y para ello organizaron una ceremonia en la que se colocó un busto de Valenzuela en la sala de ajedrez del Casino. Así mismo, se decidió organizar un torneo internacional en su memoria.

          Todo comenzó con buen pie, de hecho comenzó de forma magnífica: se confirmó la inscripción de David Janowski, excepcional maestro de ataque que fue aspirante a la corona mundial en 1910 (Lasker le derrotó por un contundente 9,5-1,5). El siguiente en dar el sí fue José Juncosa, por lo que el torneo seguía ganando en importancia. En cuanto a los jugadores nacionales se intentó contar con Manuel Golmayo, aunque sólo Valentín Marín contestó de forma positiva. Pascual Fernández de Avellán fue el siguiente en confirmar su participación, por lo que ya sólo faltaba un jugador para completar el cupo máximo de cinco participantes, pero el plazo, marcado el 2 de mayo, finalizó sin recibir ninguna propuesta más. Finalmente Juan Forés fue incluido en la lista de participantes. Por desgracia, poco antes de comenzar el torneo, David Janowski comunicó que no podría participar, lo que deslució enormemente la competición convirtiéndola en un torneo nacional. El torneo resultó un nuevo éxito de José Juncosa, que compartió el primer puesto con Pascual Fernández Avellán. La igualdad entre los dos zaragozanos fue realmente sorprendente, en cada ronda del torneo sumaron los mismos puntos, empatando en cualquier posible desempate que se pudiese aplicar. Como no puede ser de otra forma, José Juncosa se alzó con el premio al jugador que disputó más partidas con la apertura zaragozana.

(Casino de Zaragoza, del 24 al 29 de mayo de 1926)

Descargar 2 partidas de Zaragoza 1926

Javier Cordero Fernández

(23 Noviembre 2022)